Tercas raíces buscan
la vida en lo profundo de la tierra,
mientras ella se escapa
por las secas arrugas de una cara
ESTE ESPACIO ES PARA TODOS// THIS SPACE IS FOR EVERYONE// QUESTO SPAZIO É PER TUTTI// DIESER RAUM IST FÜR ALLE DA// ESTE ESPACAO É PARA TODOS// CET ESPACE EST POUR TOUT LE MONDE
jueves, 27 de septiembre de 2012
domingo, 23 de septiembre de 2012
jueves, 20 de septiembre de 2012
dibujo a lapiz
Sentados a la puerta
quiza esten recordando
otras cosechas
mientras calientan al sol
sus ya frágiles huesos
quiza esten recordando
otras cosechas
mientras calientan al sol
sus ya frágiles huesos
sábado, 15 de septiembre de 2012
RELATO
EL MAGNOLIO .
La tarde aún estaba fresca en el principio de
Y efectivamente, Fermín con el
tiempo se hizo hombre, y el magnolio se convirtió en un árbol frondoso y
elegante que fielmente acudía al rito de ofrecer su floración año tras año, y que fue testigo de todos los
hechos importantes, buenos o malos, de su vida.
Por todo eso y más, el magnolio
no era un simple árbol. Era el árbol. Su árbol. Su hermano árbol, como le
gustaba llamarlo cuando apoyado en su tronco le hablaba como si lo hiciera a un
ser humano.
Más de una noche la había pasado
en vela cuando una tormenta sacudía sus
ramas y hacía cimbrear su joven tronco. Hasta en una ocasión en la que una galerna
estuvo a punto de arrancarlo, Fermín salió en pleno vendaval para
afianzarlo con cuerdas y estacas, hecho que le costó estar convaleciente de una
pulmonía que le tuvo febril varios días.
Tantos instantes pasó sentado en
la hierba bajo su copa cobijadora. Momentos en los que al buscar la soledad, a
la que era tan proclive, encontraba la sabiduría interior del viejo compañero
de viaje que le hablaba de reciedumbre, generosidad, amor, fidelidad… que le
daba lecciones sobre el paso del tiempo con el tacto de su corteza cada día más
rugosa, ofreciéndole consuelo y refugio igual que a los pájaros que en él
anidaban. Por eso, el corazón de Fermín se había convertido con los años en un recio magnolio
en medio de la vida. Un magnolio que dominaba todos sus paisajes para darles
riqueza y equilibrio. Pero aquella noche de Marzo era una noche especial. El
aire fresco de las montañas cercanas peinaba el valle que quería empezar a
despertar. Aquella noche no había estrellas y la dominaba un profundo cansancio.
Fermín acabó su café y se recostó entre dos gruesas raíces. Entonces vio como una
constelación de ramas y hojas empezaban a cimbrear movidas por el viento cada
vez más intenso.
Estamos en casa, dijo Fermín mientras
acariciaba el parterre de hierba fresca donde estaba enterrada la caja de cedro,
y respiraba lo mas hondo que pudo.
Aún sentía intacta la presencia
de Lucrecia que le parecía más real que
nunca. Cerró los ojos para ver su querida figura así como quiso conservarla. Ni
joven ni vieja. En todo el esplendor de una mujer madura y dulce.
Sabía que no estaba dormido
porque una lágrima resbaló por su mejilla hasta la comisura de los labios, y
poco a poco se fue ralentizando todo cuanto le rodeaba. Los minutos sólo eran
gotas de agua que se dirigían al mar irremediablemente .Las gotas de lluvia se
confundían con sus lágrimas.
Tan abatido estaba, que no se daba cuenta de
la tormenta que sobre él se cernía. Aquella noche salieron a pasear todos sus
ausentes para hacer flaquear su determinación. Demasiado empinado ese camino en
noches de fatiga. El magnolio se erguía ante él como una torre, un foco, una
antorcha cuando una luz intensa iluminó el jardín al tiempo que Lucrecia le
tendía los brazos. Después un inmenso crujido se apoderó de todo.
martes, 11 de septiembre de 2012
EL CONTRALUZ DE UN BLUES
Suena una voz
Entre sus notas surge
Sol de canícula
Entona con nostalgia
El contraluz de un blues
jueves, 6 de septiembre de 2012
AL CAPRICHO DEL AIRE
Al capricho del aire
arracimadas
las hojas ya marchitas
interpretan
su postrer desafío
tapizar con silencio los
caminos del parque
mientras cruje este Otoño
arquitecto de espacios de
plomiza estructura
que aquietan la mirada
cual la de un animal que
cansado se extingue
las hojas han perdido el
verdor de la vida
para volverse vida que
enriquece a la tierra
las contemplo despacio
cubriendo mis pisadas
esas que van llevando a mis
contradicciones
por caminos cubiertos de un profundo misterio
sin saber si soy yo el que
busca su cauce
o sin son sus caprichos los
que guían mis pasos
las contemplo desnudo
al pie de la intemperie
hundiéndome en el lecho
de su piel arrugada como
tierra reseca
sintiendo en mis latidos como
el tiempo se escapa
para dejar un rastro de
palabras no dichas
martes, 4 de septiembre de 2012
DEL POEMARIO: LUGAR DE MADUREZ
11
Rueda por la autopista cárdena
corre veloz hacia un lugar lejano
donde no ha de llegar
va dejando disfraces perdidos en
la tierra
olvidando maletas y arrugados
paquetes
sin huellas y sin nombre
sin números confusos de teléfono
al borde
“ todo lleva su tiempo”
tras cada pestañeo
ahora ya es ayer
y mañana una hipótesis
pero el tiempo se posa
en el fondo granate de una copa
de vino
donde se mira hipnótico
trasgredido de sí
muestra un grave cansancio
un latente cansancio
Le tocará recolectar ausencias
hoy lo sabe
clavarlas una a una
en el paño granate de la
melancolía
contemplarlas despacio
porque sus ojos aún miran en azul
aún lagrimean con el árido polvo
del olvido
aún persisten en atisbar con
anteojos el desierto
para encontrar un paraíso
aún se adentran en la esperanza
para vivir un sueño y hablar con
sus fantasmas
hoy lo sabe
porque oye ulular a sus
atardeceres detrás de la conciencia
e intenta atraparlos con
nerviosos gestos
y ello
sin razón aparente
sólo por ser un hombre
que se mira en un espejo roto
y contiene su miedo apretando
pasado
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