PIEL DE SALITRE
Hoy contaré una historia
que no ha de serte ajena
con la voz desgarrada del
blues de las nostalgias
no recuerdo su nombre sólo sé que tenía
esa emoción sanguínea de lo desconocido
y en su piel el salitre
del mar Mediterráneo
sinuosa la Luna se veía en sus ojos
cuando decía mi nombre de un modo diferente
y eran leves sus manos como
jazmín en brisa
al posarse rendidas en mi
espalda desnuda
con los ojos cerrados se
acunaba en mi boca
y sus labios ardían como
ascuas de Junio
en noche de solsticio
andábamos estrellas donde
rompen las olas
sinfonía del agua por
nuestra piel desnuda
abrazados cual nudos
lazándonos
sin tregua
aprendiendo deprisa el idioma
del tacto
se fue como se marchan las
nubes tras la lluvia
casi sin hacer ruido
quizá con la promesa de
una lágrima joven
empapando el silencio que un adiós profundiza
se quedó en cada beso que me
trajo la vida
en todos los abrazos que
apuñalan el pecho
en todas las caricias que
aprendí en su frontera
en la lluvia de estrellas
tras los ojos cerrados
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