jueves, 19 de abril de 2012

Poema en memoria de mi madre Enriqueta Rodriguez


el cielo conspiró con tu partida

azul como tus ojos

salpicado del rojo del ocaso

serenamente hundiéndose en una línea incierta

                                                                                     oscura

                                                                                      cárdena

la vida conspiró con tu partida

como tu pulso débil

rompiéndome el reloj

serenamente hundiéndose en las yemas avaras de mis dedos

y tus ojos ya vueltos a la nada

ojos blancos

pañuelos para una despedida que se agita en la mente

que se anuda en mi respiración

que quisiera ser tuya




2 comentarios:

  1. Delicado homenaje que trasmite una despedida dura y serena. Bello poema.
    Un abrazo.

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  2. Gracias por el análisis y por la visita

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