sábado, 31 de enero de 2009

UN SUAVE BALANCEO




UN SUAVE BALANCEO

Un suave balanceo y…
adiós pájaro azul
vuela hacia donde vuelan mis anhelos

tu pecho llevará mi voz rasgada

adiós eleva el vuelo
y usa la corriente que te lleva hacia el sur
tus plumas
se deslizan por el aire
así como la sangre por las venas

no mires hacia atrás pequeño pájaro
verás desde la altura
como resulta el mundo más pequeño


por: Juan Carlos Gómez Rodríguez

viernes, 30 de enero de 2009

ENTRE SUEÑOS I

Cada paso me lleva
Hacia mi mismo

***

Detrás de las preguntas
Un ansia de respuestas

***


Contra viento y marea
Dos siluetas



***



Amaneces tristeza
sobre el brocal de languidez que absorbe
mi haz de luz
hacia tu mundo umbrío


***


En el mantel de la literatura los recuerdos
son un manjar sazonado con nostalgia
que no se acaba nunca de poder digerir


***


Los párpados
puentes levadizos para el sueño


***



por: Juan Carlos Gómez Rodríguez

miércoles, 28 de enero de 2009

POEMA DE JOAN MARGARIT

MAÑANA EN EL CEMENTERIO DE MONTJUÏC

He estado en la montaña de las tumbas:
he llegado hasta aquí cruzando el yermo
de Can Tunis, nevado de jeringas
y de plásticos grises: aquí tiemblan, errantes,
las estatuas de trapo de los yonquis.
Corre la voz de que el Ayuntamiento
lo arrasará, cubriendo de hormigón
los campos de hierbajos ante la enorme reja
del cementerio, alzado frente al mar.
Será una compañía peor para los muertos:
los difuntos, su muro y su silencio,
armonizan mejor con esos yonquis
que son como soldados que deambulan
extraviados después de la derrota.

Al subir por el viejo camino frente al puerto
los barcos y las grúas van empequeñeciéndose,
se ensancha el mar. Aquí, en lo más alto,
estás salvada del dolor del mundo.

lunes, 26 de enero de 2009

POEMA DE NAVIDAD


fotografía de : ÁLVARO YBARRA ZAVALA

No sé si a ti te escribo a o a mí conciencia

posiblemente
ahora que descubro
en esta hoja blanca como es blanca
tu sábana que sirve de sudario
el reflejo inconsciente del oprobio
escribo para mí
para salvar aquello que me queda al otro lado
de ese jergón de espuma y su manta roída

posiblemente ya sea otro
el dedo acusador aquel que signe
dibujos sin sentido en un lienzo de arena
/lineales jeroglíficos que gimen
junto a huellas de botas militares /
ahora que tú ya no tendrás más miedo
hundido para siempre en el silencio
que grita con voz ósea
por esa mansedumbre desnutrida

posiblemente no
seguramente
una legión de seres abatidos
una lista sin fin
escrita en el solar del abandono
han tomado tu puesto
ahora que nos llega el árbol de Noël
y ante él se hacinan las bolsas de regalos
y la luz se derrama y se festeja
no sé qué desnatada maravilla
y sus cuerpos letales
como troncos hendidos
conspiran con su hambre
contra el temor saciado de mi hambre.


por: Juan Carlos Gómez Rodríguez

ÁSPERA ORACIÓN



fotografía de: ÁLVARO YBARRA ZAVALA

Aún le mantiene erguido en su esqueleto
un soplo de vigor

/la tenaz resistencia que le impone
el juego misterioso de la vida /

un pulcro lino blanco
contrasta con sus muslos descarnados

él mira hacia un paisaje
de adobe polvoriento
desde el cráter lunar de sus ojos rendidos
que así como su vida
encalla sin espera y sin milagros

un grito a la conciencia
se instala en cada surco del pellejo

en cada lenta letanía
del rosario picudo de sus vértebras

en el seco armazón de barco abandonado
que ofrecen sus costillas

¡misericordia dios!
es la única palabra que sale por su piel
¿ o es su corteza?

¡mira dios aquí abajo!

en el Chad por ejemplo

un hombre
un mundo seco

fue un niño
¿lo recuerdas?

por: Juan Carlos Gómez Rodríguez

viernes, 23 de enero de 2009

POEMA DEL POEMARIO NOCHE DE FRANCISCO ÁLVAREZ VELASCO

HOJAS MUERTAS

Con su hierro oxidado llega Octubre.
Desde la mar el viento
golpea en la ventana
y el árbol se desnuda lentamente.

Detrás de los cristales
miramos cómo caen
las hojas que levanta.

Desde la mar el viento
con gritos de gaviotas.

Nadie va por la calle.

jueves, 22 de enero de 2009

TANKA DE E. ANTONIO TORRES GLEZ

Un manto blanco
escarcha la montaña
las aves duermen.

En el hielo del río
se contemplan los astros
.

lunes, 19 de enero de 2009

PARADA AMOROSA


Francis Picabia 1917

Émbolos y bielas con lujuria metálica copulan
tornasoladas pompas se trasforman
en enormes burbujas papagayo
el sexo hermafrodita de la maquina
permanece en continuo movimiento
snaf catak
snaf catak
snaf catak
chirrian tuercas y tornillos con irritante y letánico quejido
snaf catak
desprenden un humor lubrificado día y noche

la maquina enseña su cuerpo poliédrico
sobre la pluscuamperfecta paleta repleta de polinomios

tiene espasmos de minúsculas vibraciones mecánicas

es la hora del silencio
pero a mil revoluciones por minuto ella sigue avivando el ritmo
snafcatak snafcatak snafcatak

poco poblado su pecho de chatarra pedalea
sscatak sscatak
poéticas palancas polarizan la fuerza helicoidal de las poleas
en pálida pasión se consolidan las tuercas y tornillos
snafcatak snafcatak snafcatak
azultornasolados mecánicos comprueban la caliente dureza del acero
vigilan el continuo movimiento
esgrimiendo herramientas contundentes

snaf catak
snaf catak
snaftak
fcatak
catak
tak

la luz azul turquesa conmovida
se aploma y palidece
ante el gesto inminente del orgasmo
válvulas y pistones
bruñidos en rocío vapor de agua
muelen roncos jadeos
sumidos en lascivos kilopondios y mantienen
el sólido va y ven de su mecánica

snaaf snaaf snaaf snaaf

se enfrentan al cansancio de la maquina

por: Juan Carlos Gómez Rodríguez












Con este poema del poemario "Señales de vida" (1968-1998) del poeta cubano Manuel Díaz Martínez comienzo a intercalar entre mis poemas, aquellos de otros autores que han tenido la virtud de que al leerlos los sintiera como propios. Haciéndoles así un sincero homenaje.

Poema de Manuel Diaz Martínez

COMO TODO HOMBRE NORMAL (fragmento)
A Ofelia

Yo, como todo hombre normal, soy maniático.
Me llevo bien con mis obsesiones.
Mis relaciones con la angustia son cordiales.
porque no creo que en el mundo todo está ganado,
pero tampoco que está perdido.
Simplemente pienso que falta por hacer la mejor parte.
(Cuenten conmigo).
Pero pido que se razone y se hable claro.
Y pido que se condene a Dios por incapaz y al Diablo por
ridículo y a la Gloria por exagerada y a la Pureza por imposible
y al Iluso por iluso y al Burgués por dolo y al Fanático por
pandillismo y nocuturnidad.

II

Yo, como todo hombre normal, estoy enamorado de una mujer,
de una gran mujer nerviosa, bellísima, al borde de la histeria,
de una espléndida mujer que le gusta vivir,
que hace el amor como una niña de convento
a pesar de sus grandes ojos dibujados, de sus largas piernas
duras y del temblor de primavera,
del frenético temblor obsceno
que desgarra la blancura de su vientre.
Y estoy enamorado de mi tiempo,
que es brutal y también está al borde de la histeria.
Estoy enamorado de mi tiempo con los nervios de punta,
con la cabeza rebotando entre el estruendo y la esperanza,
entre la usura y el peligro,
entre la muerte y el amor.
Y sueño y vocifero ferente a una sorda, ululante multitud de
turbinas, pozos de petróleo, gigantescos combinados
siderometalúrgicos donde el hombre crece en la presteza de sus
dedos sobre los controles y las herramientas, fundido al cuerpo
caliente y brillante de las máquinas, que se desgastan
incesantemente fabricando un mundo radiante y futuro, jamás
visto, jamás oído, jamás tocado, habitado por fantasmas que
apenas tenemos tiempo de engendrar.
Estoy enamorado de una mujer,
belísima y neurótica como la Historia,
y me hundo en sus carnes espaciosas para que la aurora que
estamos construyendo no ilumine el planeta
solitario y melancólico.

CARTA A HUIDOBRO

Sobre lechos dulzones de palabras
los ocres se suspenden
las hiedras amarillas se complacen
en la tapia del tiempo
las fotos siempre sepia
el fardo es la nostalgia
perder es un regusto al acabar el siglo

pero tú nos dijiste los verdaderos poemas son incendios
y con ellos
mostraste el requiebro del sol
la hipnótica obsesión por la palabra
palabra redentora
palabra siempre nueva
que nos muestra sus alas en delirio

y abrimos otra vez las ventanas al futuro
descubriendo
la concha en que esperamos
hallar la perla negra

pero ¿qué encontraremos?

fuiste Altazor y navegaste
sobre el viento del genio
gobernando
tu caída esplendorosa hacia una tierra virgen
y así tomar posesión de su promesa

tierra de sueño y quimera
de irrealidad de creación de juego

y yo ¿qué podré ser?
¿cómo alzaré mi vuelo sobre una tierra nueva?
¿ qué nombre tendrá mi rostro hambriento?

alzaré mi voz sabiendo
que la voz verdadera no cesa ya que nace
para abrir las compuertas que nos cierran
las voces huecas
retóricas
prometedoras de asépticos paraísos
impolutos
lúdicos

oigo tu voz cargada de mañanas mientras estoy alerta
oigo tu sueño bracear mares nocturnos
hacia donde la luz comienza a herir la noche
oigo nacer tu árbol cerca de mi terraza
mientras comprendo que ayer lo vi morir en una carretera
o en unos ojos tristes que pedían socorro
antes de sucumbir entre el agua y el barro
mientras todos pasamos
mientras todos vivimos nuestras vidas pequeñas
tal vez vuelto a clavar o hundido en una puerca
trinchera cavada por el odio
y quisiera decirte hoy que en esas muertes
no hallé nada romántico
nada ejemplar

nada

aquel idealismo a muerto sus árboles han muerto la libertad

posiblemente ha muerto
ese dulzor caliente murió como un eclipse
sobre su tumba se alza
el manantial glorioso de la ley del mercado
las causas son de azúcar diluida
en la leche que vierte en nuestras bocas
el pecho inagotable de los números ciegos
y vamos caminando con la mañana a cuestas
como legión de grises labriegos de la historia

y ¿ qué me queda a mí pobre burgués
justificado en la felicidad
en el sudor del patrimonio en la esperanza
de la jubilación sin sobresaltos y sin cáncer?

la revolución ya no es colectiva no salva
ahora es personal discreta mínima
hoy Altazor está viejo y cansado y su paracaídas
le ha servido de traje a los pájaros negros
tú lo viste vibrante
pudiste oír como crecía su árbol con olas en las ramas
y alas en sus raíces
mas hoy ese árbol está cargado de fatiga
y sus ramas descubren el fruto del injusto
y sus raíces tienen la sed de los olivos

empieza un siglo al fin
se vuelcan nuestros ojos hacia un ayer más puro
mientras sólo esperamos esa luz que no llega
nuestro tiempo
se mantiene embrujado
con una promoción que nos vende alegría
que nos guiña ilusoria sus certeros mensajes

y ¿ qué nos cuesta?
¿ qué nos cuesta toda la sed y todo el hambre?
¿ qué nos cuesta nuestra pequeña porción de felicidad?

la felicidad es esa hermana pequeña que nos saca
con sus chistes ingenuos la sonrisa

hoy la felicidad es ver llover detrás de los cristales
seco y caliente y beberse
las lágrimas con hielo y unas gotas de alcohol siempre a tu gusto
y unos muebles flamantes
de una casa brillante
y una cuenta en el banco donde no anida el déficit
y sentirse seguro con trajes de diseño
y diseñar tu vida en paz y después gloria

la felicidad ha de ser previsible prefijada impoluta
perfectamente dueña de un flamante
billete de ida y vuelta en clase preferente
y soy feliz
y no me importa si dios o la utopía ya no existen
si es que no lo anuncian en un telediario

sólo espero mis fines de semana sólo quiero
vivir alguna historia que transgreda lo justo
para calmar la sed salvaje y libertaria
que brota imprevisible en la conciencia

sólo importa
que ponen en el plus esta noche sin luna
en que me he de quedar soñando una quimera
sentado al otro lado
de las treinta pulgadas

por: Juan Carlos Gómez Rodríguez

domingo, 18 de enero de 2009

SOBRE EL HAIKU

Es conocido que el haiku es un poema clásico japonés de tres versos de 5/7/5 sílabas, y que en él se condensa el sentimiento de una mirada. Pero en realidad eso es sólo un aspecto. Para mí, el haiku existe antes de que el poeta lo escriba, ya que es un instante cotidiano que está presente para el que lo quiere ver, o que está sensiblemente preparado para verlo. Así pues encerrar en tres versos de 5-7-5 sílabas la impronta de un instante es la tarea que se propone un HAIJIN .
El haiku muestra, y al hacerlo no pretende crear belleza, ya que la belleza está en lo que inspira el instante que le ha dado pie. Así pues el haiku no da concesiones a la retórica, y emplea las palabras justas sin metáforas ni imágenes que distorsionen la magia de dicho momento.
Así como el ojo avezado del fotógrafo sabe encontrar la trascendencia de aquello que fotografía, y trasmitirla, el poeta de haiku sabe encontrar con la palabra el punto que resalta ese instante vivido. Dice Vicente Haya en su traducción de los haiku de Santôka que el poeta del haiku no es un fabricante de belleza, sino un cronista de asombros. El haiku es un dardo de belleza que acierta en el centro de la diana de nuestra conciencia con sutileza.
Para mí hay dos tipos de haiku : uno es el que simplemente descubre al lector la sensación que en ese momento concreto sintió el poeta, y otro es el que es capaz de mostrarnos una forma de concebir la existencia a través del instante. O sea el instante como pretexto, o como muestra.
El haiku muestra el objeto y también su sombra dejándose llevar por la intuición. Capta con su simplicidad un momento cotidiano pero al fin mágico entre la naturaleza y el sujeto que contempla. Es una escusa para asomarnos a las pequeñas maravillas que nos ofrece cuanto nos rodea, como el modo que tiene un bebe de descubrir con sus deditos los pétalos de una flor , por ejemplo.
A veces me pregunto si es el instante el que se proyecta en el alma del poeta o si es esta la que se proyecta en el instante.
En cualquier caso al final constituye una manera de interpretar lo que es nuestro pasar por la vida. Nuestra forma de entenderla más allá de la mística.
Yo como observador que soy una sucesión de instantes: yo que mira el concepto mundo, yo que huele una flor, yo que sacia el hambre y la sed, que teme la idea de la vejez, la enfermedad y la muerte, que ama la vida. Ser humano que está en estado de igualdad con todo lo que vive.
Por tanto el haiku es como una piedra lanzada en mitad del estanque del espíritu del que escucha. Su palabra poética tiene la facultad de sugerir. Es semejante a las ondas que produce la piedra al chocar con el agua estancada, su resonancia alcanza el corazón del oyente, provocando ciertos sentimientos que modifican su ánimo. Esa resonancia es una inducción, si el oyente está dispuesto, ha hacer flotar imágenes desde la memoria, operándose así una corriente de corazón a corazón, de boca a oído.
Es sabida la definición de haiku del gran maestro Basho: haiku es lo que está sucediendo en este momento, en este lugar. Por eso el motivo del Haiku no es la belleza. Sino la trasmisión del espíritu del instante. La trasmisión de la magia que ha unido al poeta con el instante. Pero para ello es fundamental que el poeta no se deje llevar por la exaltación, y sea desde la serena mirada que se de la creación, ya que desde la exaltación se produciría la distorsión de dicha imagen, introduciendo una comprensión intelectual y no una comunicación intuitiva.
Sólo una mirada inocente es capaz de admirar las cosas cotidianas como si las viera por primera vez. La conciencia de ese instante es lo que quiere proyectar en el poema el que escribe haiku( haijin) haciéndolo con palabras sencillas que proyecten en el oyente dicha conciencia.
En el haiku es tan importante lo que se dice como lo que no se dice.
A través de la simplicidad y contundencia de su imagen. A través de la resonancia de la palabra correcta, y a través de las pausas, el haiku sugiere en el que está dispuesto a recibirlo un sentimiento más profundo. Por ello el pequeño poema es un vehículo que funciona despertando la emotividad. Iluminando la mente. Enseñando que en lo más pequeño está lo más grande. Que en lo más sencillo está lo más complicado.
Ya he comparado el haiku con la fotografía. Para mí tienen muchos puntos en común. Yo soy mal fotógrafo, y si un verdadero fotógrafo y yo sacamos simultáneamente la misma foto seguro que la mía será plana y la del artista fotógrafo tendrá la fuerza necesaria para mostrarme un paisaje diferente en esencia de aquel que yo hice. Me sugerirá matices que la mía no trasmite ya que habrá sabido atrapar la luz en su objetivo. Esa luz que me mostrará una realidad distinta de la mía. Miraré su foto y podré introducirme en ella. Encontrar algo de mí en ella. Descubriré emociones que quizá movilicen la memoria y agudicen mi conciencia.
El haiku funciona de la misma forma pero no solamente con sonidos, con palabras. De hecho los haijin se apoyan en un pequeño dibujo que acompaña al haiku para introducirte más en su atmósfera.
En la tradición japonesa, en el haiku tiene mucho valor la caligrafía y el dibujo. Al conjunto se le llama Haikay, y esa unión constituye una verdadera obra de arte.

por: Juan Carlos Gómez Rodríguez

viernes, 16 de enero de 2009

Poemas seleccionados del poemario A PASO LENTO 2009

HAIKU DE LA TAZA DE TÉ

En el vacío
de mi taza de té
un océano

***

Otra vez llueve
Por la cuesta empedrada
subo despacio

***

Jardín zen


Jardín de piedra
El pájaro en la rama
se quedó mudo

***

Hojas de otoño
Sobre el camino crujen
lentas pisadas

***
Nace el arroyo
Los árboles le dicen
sigue bajando

***

Sabe la Luna
recitar poemas tristes
con aguardiente

***


RINCÓN DE TANKAS

En memoria de mi padre Valentín Gómez


Gris es la tarde
Arroyan las aceras
surcos de agua
Lloran porque no llega
su entrañable silueta

***
Un hilo de agua
baja por el bambú
hacia la piedra
Quiere formar un cuenco
de musgo recamado

***
Sobre las ramas
que desafían la altura
del árbol viejo
se asoman al abismo
nuevamente las flores

***
Verdes colinas
Villas entre cipreses
y tú a mi lado

en el cielo vencejos
envolviendo a la torre


POEMAS DE LA TAZA DE TÉ

Nueve almendros en flor
traían la belleza
al viejo corazón que los miraba

No veré vuestras flores
se lamenta Wang Wei
cuando cante la alondra
***
Hoja oxidada
que balanceada bajas a la verdad de la tierra
allí me esperaras convertida en suave lecho
sabiduría ubérrima
mostrándome el sentido cada vez que yo otoño

***
Por las sendas sombrías
sólo se oye el fluir del arroyo que baja
Va ligero y vivaz como franca sonrisa
Quiere ser un espejo para el Templo Dorado

***
CHU SIANG CANTA EN LA NOCHE DE AGOSTO
Hace calor y el agua
es un rumor antiguo
Apenas si se mecen
las hojas de los arces
Todo es más denso en el jardín de agosto
Todo es más leve en su recuerdo
He sumergido un pie
y en la quietud del agua
se agitan los nenúfares
como barcas sin dueño
Todo es más leve en su arado recuerdo
Todo es más denso en el jardín de agosto
En la noche sin brisa
el cansancio se enreda
con el canto del grillo

por: Juan Carlos Gómez Rodríguez

TIEMPOS EN FUGA

Conciencia y manos para asir el tiempo
soy una historia
una memoria que se inventa
Nunca estoy solo
hablo siempre contigo
A oscuras voy palpando signos

OCTAVIO PAZ




AHORA Y SIEMPRE

Detrás de los discursos
más allá de los gestos
por encima
de las meditaciones
a pesar de las preguntas
y aún si la vestimos de metáfora

por más definición que la pongamos
y aunque no poseyese su palabra

ahora y siempre

la vida




AQUÍ ESTAMOS

Aquí estamos
atrincherados en la necesidad de ser felices
buscando cavidades en la roca del miedo
en donde decorar un hueco efímero

destellos fluorescentes describen el camino
pero a dónde el camino
y aquí estamos
fatigosamente amanecidos
fanáticos de cultos
que nos hacen creer que somos dioses
hijos de dioses
o comida y capricho de los dioses
arando el páramo del tiempo
mercaderes del brillo
atletas de la gloria
con la corona de laurel en el bolsillo
penados por la luz que no se alcanza
topos en el desierto de la ausencia
repitiendo
que nuestro breve tiempo es el tiempo
que nuestro nombre tiene
las sílabas en piedra
y aquí estamos
entre el dolor y la felicidad erguidos
llagados por amor
y a mitad de camino
de no sé que esperanza

por:Juan Carlos Gómez Rodríguez

martes, 13 de enero de 2009

LA PUERTA ESTÁ GIRANDO

Poema dedicado a mi padre Valentín Gómez de Santos



Y en cuanto a ti, Muerte, y a ti, amargo abrazo mortal, es inútil que trates de asustarme.

WALT WHITMAN

Ungido de tristeza
tu voz era un susurro al otro lado
del hilo del teléfono

el miedo desplegó su laberinto
de círculos concéntricos
que oculta la salida

serena la amargura
impresa en el perfil de tus palabras

y entonces cada sílaba que dije
quisiera ser un brazo que pudiera
aliviar el dolor
mecer la incertidumbre
que te hace vulnerable en el invierno
que debes recorrer

los árboles desnudos ya lo sabes
prometen el verdor de primavera
con toda su osamenta descarnada
no hay miedo que consiga postergar
el rito de la savia
no hay dolor que decline su venida
como un río dorado
desde el fondo real de las raíces

por: Juan Carlos Gómez Rodríguez

POÉTICA

A menudo me pregunto: ¿Qué es la poesía?, y creo que, como todo arte, es el modo de dar forma a un sentimiento o a una emoción .
Esos sentimientos y emociones, comunes a todos los seres humanos , son los que otorgan al arte la virtud de la universalidad, pudiendo por ello hacer que cada individuo goce con la contemplación de una obra de arte, ya sensorial como intelectualmente, de un modo subjetivo, proyectando en dicha obra sus propias emociones, a veces ajenas a la verdadera intención del creador.

Par mí la poesía es un continuo proceso de escritura, a través del cual ahondo en mis propias raíces, en mis creencias y en mis dudas. En su ceremonia, porque escribir poesía implica un cierto ceremonial, se ponen de manifiesto los fetiches y los fantasmas de aquel que con sinceridad se enfrenta a la tarea de asomarse al espejo de una página en blanco. El poeta, por medio del poema, pone en cuestión su relación con aquello que le rodea, y así la poesía se convierte en un viaje intuitivo y personal de dentro a fuera y de fuera adentro , con el valor añadido de un envoltorio estético.
Así pues, crear es vivir intensamente un presente desde la heredad que da el pasado. Es una forma de respiración inevitable que te impulsa hacia un lugar, a veces desconocido y fascinante, en el cual, una vez alcanzado, nos espera una suerte de vacío.

En el momento de la creación, vivirla es lo único que importa. En ella no hay matices, ni concesiones, ni veredictos. Y es solamente cuando entran en juego el oficio, con sus normas y límites estéticos, y las bestias negras de la autocrítica y la corrección (por otro lado muy necesarias) cuando el proceso intelectual toma el poder en detrimento de la inocencia y su pureza.

El poeta es el artífice que crea un equilibrio entre estas dos fuerzas antagónicas. Es el mago que consigue que cada una engrandezca a la otra, formando así una composición redonda, en donde la creatividad no se ve menoscabada por la técnica y esta a su vez se convierte en el perfecto soporte intelectual del instinto creativo. Cuerpo y espíritu al servicio del arte.
Así pues el poema es como un niño que hay que educar para que encaje en los cánones sociales y se haga un gran hombre.

La poesía es sutileza. Está en la cara difusa que poseen las cosas como un alma huidiza. A veces, en el misterio ambiguo que hace que aquello que es cotidiano y por lo tanto prosaico, se nos ofrezca etéreo, sublime e intemporal. Es una forma estética de mostrar una filosofía con un toque de cierta vanidad, que nos deja en el patrimonio colectivo la herencia más sublime y descarnada de los hombres.

En esta pequeña recopilación de mi poesía quiero mostrar poemas de mis libros hasta ahora publicados, queriendo con ellos resaltar que pienso que mi poesía soy yo impreso en una hoja con la pretensión de que seas tú cuando la leas.

poo: Juan Carlos Gómez Rodríguez

Poemas para la Antologóa Hispanoamericana

En memoria de José Hierro

Ay! don José
viejos tigres trepaban por su pecho
fermentando la voz en la garganta
para llevarla al límite
donde el agua se une en salto vivo
con la roca y se convierte en iris
en un viaje salvaje al corazón

los sueños se confunden con la vida

todo el temple del hierro se modula
al fuego de la fragua don José
y con un quiebro
profundo de su voz
hace volar por siempre a la poesía
pájaro libre
en la atmósfera azul de la memoria

las cadenas se rompen a golpe de cadencia y de palabra

música caprichosa que baila con el humo del cigarro
creciendo
para después ser golpe que defiende
la dignidad del hombre
que rompe sus cadenas a golpe de palabra
recia en su esencia

honda y fiel su palabra



En memoria de Oliverio Girondo

El aire de un poema se encierra en la O

oxígeno para los transeúntes
hemoglobina para los que se sientan
en un banco del parque a esperar su desahucio

los gorriones advierten a distancia
la americana del poeta repleta de papeles
notas poemas claves lúcidas
para descubrir la cicatriz de la sintaxis
la osamenta porosa del instinto
el derramado zumo cotidiano
la magnitud del no que se noa a sí mismo
la hilaridad
en mangas de camisa
con el fondo abisal se una saeta
y cantan
su canto gorrihondo y rionero





En memoria de Octavio Paz

Aquí desde el principio y con mayúsculas
como un redoble de tambor que enciende
como un puño de ágata
que con pasión golpea los cimientos
como espiral o brote o torbellino
que desciende o brota o gira
como golpe de viento que descubre
un rito de color en la cometa
como una fruta joven del ubérrimo
frutal del paraíso carnal de la inocencia

aquí aquí muy dentro
desde la frente
donde la lontananza se funde con el mar en canto único

aquí donde se busca y se persigue
la grama y su oropéndola

donde la bisectriz de la pasión siega
con un tajo de luz nuestro silencio

aquí
como humo de incienso penetrante

hondonal de reciedumbre
cauce
que sigue y persigue
la fecundidad de los misterios
la resurrección de la memoria
la desvastada insignia de uno mismo
donde arden verdes las estrellas
donde se desvanecen las certezas
en la alcubilla de la madrugada
rastreando un danzar de gavilanes

aquí
en el zaguán donde su piel morena
se perfuma de salvia y de durazno
en la alacena de su palabra ácima
y el alminar de su fuerte llamada
en la cereal almajara de su canto
y en el manto sedoso de sus cicatrices

desde el principio aquí
desde el principio PAZ
desde el principio

por: Juan Carlos Gómez Rodríguez