Es domingo y la quietud se apoderó del mundo
no hay relojes
no hay corbatas
no hay zapatos
ni que hacer más allá de vivir
de respirar de amar
los días anteriores son postales
y las clavé en un corcho con chinchetas
procurando olvidarlos
o puede que mirarlos desde aquí
desde esta luz
con ojos del que mira de soslayo
alguna enciclopedia con desgana
hoy no es el tiempo del pequeño morir
mientras anhelo permanecer desnudo
la cara relajada
sin apenas un roce
quiero gozar de esta mañana quieto
domingo abajo
sin hacer nada
sin recoger nada
sin ordenar nada de nada
sólo yo con mis sueños mecido en la pereza
trasportado a la paz de la negación más absoluta
sin noticias ni letras ni fantasmas
que opriman el camino
dejándome llevar por las espumas
de la imaginación
de esa ensoñación que me golpea
con la imagen de sitios exquisitos
donde no hay trincheras
donde no hay pasado presente ni futuro
sólo la ingravidez de una lenta canción
de los Beatles tocada al violonchelo
que filtrada aparece
taladrando
las vigas de hormigón
los muros de ladrillo
los doble ventanales
insonorizados
del alma
ESTE ESPACIO ES PARA TODOS// THIS SPACE IS FOR EVERYONE// QUESTO SPAZIO É PER TUTTI// DIESER RAUM IST FÜR ALLE DA// ESTE ESPACAO É PARA TODOS// CET ESPACE EST POUR TOUT LE MONDE
sábado, 26 de febrero de 2011
jueves, 17 de febrero de 2011
TIEMPOS PARA SOÑAR
Trece de mayo
los diarios informan de un gusano
que horada el corazón de la manzana
el peso de la vida se incrusta en las arterias
huele a pólvora el aire
duele el alma en el filo de un cuchillo lascivo
pero todo se rompe cuando veo en sus ojos
los ojos de mis hijos por ejemplo
o de la gente anónima que construye su historia
con sal y con azúcar lamiéndose las quejas
una mirada clara
cuando siento sus manos
como blancas promesas construyendo el futuro
y ondulando una honesta bandera de ilusión
cuando escucho sus voces susurrando un te quiero
apretando la arteria contra la piel
sintiendo
el extenso latido del ritmo de la vida
y me digo a mí mismo que ha valido la pena
superar el eclipse de este trece de mayo
en la hora del almuerzo
su sinrazón y el golpe
de guadaña del caos que engendran sus noticias
esa vieja viscosa locura que provoca
tanto desasosiego
tanto descreimiento
tanto ruin abandono
porque sé que el dolor es parte de la vida
tanto como la dicha
y que la mano esconde igual que un duro puño
una suave caricia
y que un árbol consigue a duras penas
darnos sombra y cobijo en medio del cemento
y que con todo y más
seguiremos soñando
seguiremos soñando
empecinadamente
seguiremos soñando
los diarios informan de un gusano
que horada el corazón de la manzana
el peso de la vida se incrusta en las arterias
huele a pólvora el aire
duele el alma en el filo de un cuchillo lascivo
pero todo se rompe cuando veo en sus ojos
los ojos de mis hijos por ejemplo
o de la gente anónima que construye su historia
con sal y con azúcar lamiéndose las quejas
una mirada clara
cuando siento sus manos
como blancas promesas construyendo el futuro
y ondulando una honesta bandera de ilusión
cuando escucho sus voces susurrando un te quiero
apretando la arteria contra la piel
sintiendo
el extenso latido del ritmo de la vida
y me digo a mí mismo que ha valido la pena
superar el eclipse de este trece de mayo
en la hora del almuerzo
su sinrazón y el golpe
de guadaña del caos que engendran sus noticias
esa vieja viscosa locura que provoca
tanto desasosiego
tanto descreimiento
tanto ruin abandono
porque sé que el dolor es parte de la vida
tanto como la dicha
y que la mano esconde igual que un duro puño
una suave caricia
y que un árbol consigue a duras penas
darnos sombra y cobijo en medio del cemento
y que con todo y más
seguiremos soñando
seguiremos soñando
empecinadamente
seguiremos soñando
martes, 8 de febrero de 2011
LUIS ROSALES, POETA QUE ME CONVOCA
AYER VENDRÁ
La tarde va a morir. En el camino
la flor de las acacias se deshace
al impulso del viento. Entre las ramas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol. La tierra huele,
comienza a oler, no cabe
ya dentro de sí misma y se levanta:
ahora hay tierra en la tierra y en el aire.
Y hay un bardal con sol; hasta él llegamos;
la sombra es el resumen de la tarde.
Te he sentido llorar. No sé a quien lloras.
Hay un humo distante
-un tren que acaso vuelve-mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte.
Poema de Paisajes de LUIS ROSALES
La tarde va a morir. En el camino
la flor de las acacias se deshace
al impulso del viento. Entre las ramas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol. La tierra huele,
comienza a oler, no cabe
ya dentro de sí misma y se levanta:
ahora hay tierra en la tierra y en el aire.
Y hay un bardal con sol; hasta él llegamos;
la sombra es el resumen de la tarde.
Te he sentido llorar. No sé a quien lloras.
Hay un humo distante
-un tren que acaso vuelve-mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte.
Poema de Paisajes de LUIS ROSALES
martes, 1 de febrero de 2011
ATARDOLIENDO
El tiempo es trasparente
pero se manifiesta opaco
deja su estela de dasaparición
ruinas convulsas
cardenos latigazos sobre la piel robustecida
quietud que se desmiembra con esquirlas de polvo
desconchones del alma
atardoliendo
el tiempo es lento
pero se manifiesta rápido
pasa por nuestros ojos de vértigo encendido
bocas abiertas
páramos que arremolinan ramas caídas
quiebros de desaparición en el pulso alterado
fricción del viento árido
atardoliendo
el tiempo es leve
pero se manifiesta denso
atarduele el influjo de su paso perdido
extenuación sin nombre
olvidada región de soledad extrema
marcas quebradas en el hueso poroso
raspaduras de miedo
atardoliendo siempre
atardoliendo
pero se manifiesta opaco
deja su estela de dasaparición
ruinas convulsas
cardenos latigazos sobre la piel robustecida
quietud que se desmiembra con esquirlas de polvo
desconchones del alma
atardoliendo
el tiempo es lento
pero se manifiesta rápido
pasa por nuestros ojos de vértigo encendido
bocas abiertas
páramos que arremolinan ramas caídas
quiebros de desaparición en el pulso alterado
fricción del viento árido
atardoliendo
el tiempo es leve
pero se manifiesta denso
atarduele el influjo de su paso perdido
extenuación sin nombre
olvidada región de soledad extrema
marcas quebradas en el hueso poroso
raspaduras de miedo
atardoliendo siempre
atardoliendo
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