JURANDO POR MI VIDA
En la cuidad no pueden
observarse las estrellas
es nuestra noche densa
eléctrica
ruidosa
y cual puré de oxido que oculta
sus cuerpos luminosos
nos priva del deleite y del asombro
de su quietud hermética
de ese misterio
que nos empuja en brazos de un anhelo
más allá de la piel
sólo la Luna
nos anuncia cambiante
que no se encuentra sola
en esas noches densas
en que aparece oronda y
fluorescente
o menguada y risueña
o rojo- anaranjada como un
gong
suspenso en la negrura
que ellas las estrellas
lejanas titilantes y enigmáticas
resueltas tras las densas
legañas de la noche
están aunque se ocultan
si no fuera porque
en alguna ocasión
lejos de la cuidad me he
emocionado
mirando enmudecido
sus guiños ilusorios
sus mapas milenarios
su alquímica presencia
y enigma emocional
hermosas y beatíficas princesas
de lo oculto
seguro
las negaría
me dejaría matar
jurando lo que es cierto
que veo o que no veo
jurando por mi vida que no
existen
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