jueves, 4 de octubre de 2012

del poemaro LOS OJOS DE LA MUERTE


el cielo conspiró con tu partida

azul como tus ojos

salpicado del rojo del ocaso

serenamente hundiéndose en una línea incierta

                                                                                     oscura

                                                                                      cárdena

la vida conspiró con tu partida

como tu pulso débil

rompiéndome el reloj

serenamente hundiéndose en las yemas avaras de mis dedos

 

y tus ojos ya vueltos a la nada

ojos blancos

pañuelos para una despedida que se agita en la mente

que se anuda en mi respiración

que quisiera ser tuya

   …OSCURA

C

A

R

D

E

N

A

OSCURA

C

A

R

D

E

N

A

OSCURA

C

A

R

D

E

N

A

OSCURA

C

A

R

D

E

N

A

OSCURA

C

A

R

D

E

N

A

OSCURA

C

A

R

D

E

N

A

OSCURA…
 
 
pero cayó la noche

vaharadas de silencio cubrieron el espacio

tú ya eras infinito

sin peso y sin fatiga

como una llama débil que cincela a las sombras

con liviano temblor

 

yo               finito aún

parado en el andén de la deriva

miraba a las estrellas para buscar el rumbo

y les ponía tu nombre

como cuando era niño y buscaba en tu voz

en  tu aroma en tu tacto

el cardinal del mundo

y le ponía tu nombre

 

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