lunes, 6 de abril de 2009

TRES POEMAS DE LA POETA ASTURIANA AURORA GARCÍA RIVAS

EL TREN

"Me sumerjo
en el misterio de adiós
que siembra el tren".
Me dejo llevar: equipaje
fantasma que guarda secretos,
fracasos, el libro
que nunca leímos. Abro el mío
donde ayer lo cerré.
Pasa el campo,
la lluvia, el perfil insidioso
de alguna ciudad
y diciembre tamiza su luz
ahí fuera.

Cada página
es el kilómetro cero
y son mis ojos
goteo de instantes: días y días
que nunca amanecen del todo.

De “La flauta del sapo”. DG, Lisboa, 2009


EXTENUADOS


Extenuados,
como corredores de fondo,
esperamos las horas del crepúsculo.

Un desenfreno de alas
de polillas se inmolan sobre el vapor
de las farolas de mercurio.
Es la hora de la puesta a punto de los relojes
de la noche, la señal
para olvidar, izar velas, partir
al otro lado de nosotros.

Con la amanecida, el retorno. Tanta
ceniza en los ojos, tanta desventura
de abrazos perdidos.
A partir de entonces consumimos
estériles verdades
hasta la hora de ajustar
de nuevo los relojes.

De: “La tierra vertical”, Ateneo Obrero, Colección Deva, Gijón 2005.



ALCAUDONES

He dormido entre brezos en el fondo
de la Garganta del Infierno,
donde la quebrada ahonda
su herida mineral.
Hacia la madrugada, mariposas
blancas (aquellas de dulces presagios
bajo la luz lechosa de Monfragüe),
enredaban su cándido vuelo
en las telas de negras arañas tejedoras.

El sol tiñó de grana y alcaudones
la luz de la mañana
y busqué la miel de tus colmenas
y tu otra claridad entre los arces.

De: “La sombra del alcaudón”, Ateneo Jovellanos, 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario