Para mi hija Guiomar
No hace falta dormir para seguir soñando
sólo ver la frontera de tus ojos
brillante en lejanías
sólo observar la estela de tus manos
posándose en el vientre venidero
sólo amar tu perfil que poco a poco
me va desafiando a la cordura
sólo prender la mecha
de un nombre con sentido
e imaginar un duende
engarzado en sus dedos
y el más puro poema
balbuceado en su boca
ya ves todo es posible y nada está perdido
hay cosas naturales que le sacan
las alas a la vida
pocas cosas quizá pero que encienden
la árida penumbra
que vas acumulando con los años
pocas cosas tal vez pero seguras
pocas cosas lo sé pero culpables
de retirarme el sueño con su sueño
y hacer que reconstruya castillos sin arena
que desafíen el aire
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