Trece de mayo
los diarios informan de un gusano
que horada el corazón de la manzana
el peso de la vida se incrusta en las arterias
huele a pólvora el aire
duele el alma en el filo de un cuchillo lascivo
pero todo se rompe cuando veo en sus ojos
los ojos de mis hijos por ejemplo
o de la gente anónima que construye su historia
con sal y con azúcar lamiéndose las quejas
una mirada clara
cuando siento sus manos
como blancas promesas construyendo el futuro
y ondulando una honesta bandera de ilusión
cuando escucho sus voces susurrando un te quiero
apretando la arteria contra la piel
sintiendo
el extenso latido del ritmo de la vida
y me digo a mí mismo que ha valido la pena
superar el eclipse de este trece de mayo
en la hora del almuerzo
su sinrazón y el golpe
de guadaña del caos que engendran sus noticias
esa vieja viscosa locura que provoca
tanto desasosiego
tanto descreimiento
tanto ruin abandono
porque sé que el dolor es parte de la vida
tanto como la dicha
y que la mano esconde igual que un duro puño
una suave caricia
y que un árbol consigue a duras penas
darnos sombra y cobijo en medio del cemento
y que con todo y más
seguiremos soñando
seguiremos soñando
empecinadamente
seguiremos soñando
Preciosa reflexión, precioso mensaje de esperanza, tras ese paseo por lo maravilloso y cotidiano.
ResponderEliminarSaludos cordiales