jueves, 11 de agosto de 2011

del poemario inédito EL SUEÑO Y LA CANÍCULA

Amigo Pancho, hoy ha trepado el día como una enredadera que asfixia el presente y nubla el horizonte. Si Pancho, me pesa tanto el hoy como un gabán de plomo.
¿Te acuerdas de aquellas mañanas cuando nos encontrábamos después de los recados?. Corríamos al quiosco atesorando unas monedas sisadas de las vueltas. De gacela eran los corazones. Y no había hiedras atenazando el paisaje. ¡Era tan natural reírse tanto!.
Hoy cambiaría cromos contigo si tuviera, pero no sé en qué cajón quedaron.
Husmeo por recónditos desvanes. Revuelvo entre tebeos y peonzas. Bato los viejos textos subrayados. Doy vuelta a los bolsillos yacientes del cadáver de aquel pantalón corto, que de puro milagro, se ha salvado del desgarro final de hacerle trapos. Pero ellos no aparecen y tú esperas con el taco de cromos masuñados. Le tengo, no le tengo, le tengo, le tengo, no le tengo. Resuena con su armonio igual que una oración meditativa. Se enreda con la bruma que ofrenda su pasado. Se filtra en la humedad. Rasga su manto.
Me llamas y me llamas por las grietas del pertinaz susurro, como un mantra obsesivo y envolvente : Le tengo, no le tengo, le ten… y más allá del tiempo vislumbro un día claro. Un foco luminoso. Un lento río.

Ay! Pancho si supieras cuánto cambia la vida. Para ti fue más fácil. Te quedaste contando las canicas a la sombra del roble del Nebrija. Por eso no lo sabes. Aún tienes esa mirada de papel de los colegios. Ese aroma a lápiz y
sudor que exhala el que no espera. Porque a ti no te llegó la hora de desear el oro el incienso y la mirra. Te quedaste suspenso en un tiempo bendito de franqueza y churretes. Te quedaste esperante para que yo regrese en un día de bruma, cuando no encuentro luz a este lado del mundo.
Todo se fue curvando despacito, tomando dimensión en la mirada, sabor en el paladar, fuego en el tacto. Todo se fue curvando. Haciéndose horizonte. Deslindándose. Mientras que tú te hacías más lineal.
Sombra débil.
Cal en el paredón donde vive el olvido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario