Sólo él no tiene
tacha, sólo él abarca y contempla todo
Walt Whitman
Todo este
tiempo incrustado en mi espalda
en donde se
hizo todo aunque quizá fue poco
donde no había espacio ni tregua
y el mundo
crepitaba
en la burbuja
de un continuo fluir
de un paso de
conquista
de una fiebre
de ser
de un deseo
de estirpe
en ese tiempo digo
el mundo era
de dientes enquijados
ronco su
canto y vasta su promesa
de codos que
se erigen en guardianes
de un
territorio abrupto de conquista
y en él se
alzó la voz
“descubrimiento”
y cada aurora
había playas nuevas
inesperados
valles
ciudades como
frutas exóticas
y al
fondo siempre al
fondo
de cada
descubrir estaba ella
la que guarda
el secreto en sus manos vacías
como un cofre
encantado
como un golpe
de viento cuando alumbra
el fuego
adormecido
como un álbum
sucinto y familiar que cuando se abre
deja escapar
al aire
un eco
generoso
y la más
bella historia es su historia
y la ley más
exacta su ley
y cada mirada
se hunde
en la médula
azul de su mirada
y sus brazos
se entroncan
al carnal
laberinto de otros brazos
células sobre
células que surgen
de ese lugar
perdido de su cuerpo
como una
ebullición con que se crean
otros cuerpos
fogosos
otros mundos
limítrofes
y todo por
amor se hizo posible
por ese amor
que sientes como crece
en cada
ausencia
que te llena
las manos
con promesas
de oro incienso y mirra
que te unge
las sienes y los labios
con salivas
muy dulces
que tiene
cara y nombre
nombre que sabe a puerto y a salitre
y cuerpo
dilatado con el simple contacto
de unas manos
que ascienden
la cuesta del
deseo
y que resume
todos
los mapas de la tierra
las luchas de la tierra
todas
las esperanzas de la tierra
pues sus misterios antiguos
sus secretos
mejor guardados
se escriben
en su impulso
en la fuerza
que invita
a fundar
a construir
a esperar
a incendiar
en la noche
la mítica
ciudad
mientras se
espera el alba.
Eso tiene de inmenso la poesía: da igual que pasen los años, está siempre en presente.
ResponderEliminargracias por tu comentario Aurora. Si se consigue con un poema traspasar la barrera de lo inmediato ek tiempo se convierte en su aliado.
ResponderEliminar