Yo sé que existo porque oigo llorar
ANTONIO GAMONEDA
Oigo un sollozo
ahogado y anónimo
humilde sollozo perdido entre los tiempos
casi un rezo
de un hombre que no sabe
rezar de otra manera que no sea
ese seguir llorando
es un rezo encorvado
bajo la piel del cielo
labrador que llora
su oración de arenisca
y en ese llanto oigo mí rezo
como huella fugaz en la ceniza
y así desde los tiempos
y así desde un principio
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