El tejado era el mar y sus tejas las olas
susurraba el silencio
la solaz melodía del sol en la ropa tendida
era su espacio libre al igual que los sueños
otro tempo era el tiempo entre sus chimeneas
otras rutas surcadas por mares de piratas las que yo recorría
tras su puerta de zinc
las sábanas hinchadas por la fuerza del viento
¡a toda vela al sur! gritaba a sus mareas
donde todo es liviano
hacia la isla azul de lo nunca imposible
de lo nunca perdido
hacia la isla azul de los geranios rojos
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