Aquí estamos
atrincherados en la necesidad de ser felices
buscando cavidades en la roca del miedo
en donde decorar un hueco efímero
destellos fluorescentes describen el camino
pero a dónde el camino
y aquí estamos
fatigosamente amanecidos
fanáticos de cultos
que nos hacen creer que somos dioses
hijos de dioses
o comida y capricho de los dioses
arando el páramo del tiempo
mercaderes del brillo
atletas de la gloria
con la corona de laurel en el bolsillo
penados por la luz que no se alcanza
topos en el desierto de la ausencia
repitiendo
que nuestro breve tiempo es el tiempo
que nuestro nombre tiene
las sílabas en piedra
y aquí estamos
entre el dolor y la felicidad erguidos
llagados por amor
y a mitad de camino
de no sé que esperanza
por: Juan Carlos Gómez Rodríguez
Me ha encantado este poema que, por cierto, entronca muy bien con el de la anterior entrada sobre la vida. ¡Se lee tan sencillo y se siente tan profundo..! ¿Qué más se puede pedir? Toda una escalera existencial.
ResponderEliminarUn abrazo que amenaza con volver.
Laura
Laura, lo que más me interesa en poesía es que el poema fluya y sea limpio. En cuanto al contenido siempre es el fruto de una busqueda personal. De una filosofía de vida.
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